miércoles, 27 de diciembre de 2017

La Misofonía no es una Manía, es una Maldición.



No es que no soporte los ruidos, es que no soporto determinados sonidos hechos con la boca o con el cuerpo... de otros. No es que oiga amplificado, no es que me molesten los sonidos altos e imprevistos, lo que me pasa es que no soporto los sonidos -aunque imperceptibles o inocuos para otras personas- hechos con el cuerpo. No es una mera molestia, es algo más emocional, intensamente emocional. Es asco, es irritabilidad, es una combinación de ambos. Es como una sinestesia perceptivo-emocional. Mi cerebro asocia un sonido a una emoción intensa que, en este caso, es desagradable. Lo que siento aumentado es la sensación de asco, no a
el sonido en sí... Siento un ASCO, ASQUÍSIMO. Lo peor de todo, es que el desagrado intenso envuelve, también, a la persona que lo produce. No solo siento asco al sonido en sí; sino que también siento asco a la persona que lo produce. Tengo que hacer un esfuerzo titánico para que el asco y la irritabilidad no salpiquen a la persona, que en otro momento....¡¡¡es un encanto!!!.

Se chupa los dedos después de comer chocolate... ¡¡¡no lo soporto!!!, ¡¡no lo soporto!!! No soporto el sonido del chupeteo. 

Está bebiendo leche de la caja... ¡¡no lo soporto¡¡, ¡¡no lo soporto!!! No soporto el sonido al tragar. Me da asco, mucho asco.

Está bebiendo refresco del vaso..¡¡no lo soporto¡¡¡, ¡¡no lo soporto¡¡¡. No soporto ese sonido asqueroso.

Está masticando un bocadillo...¡¡¡no lo soporto¡¡, ¡¡no lo soporto¡¡¡. No soporto el sonido de su lengua al deshacer el pan dentro de su boca, ni el sonido de deglutir. Es asqueroso.

También me molestan otros ruidos como el de la bolsa de papas cuando la abre o el ruido que hace al coger las patatas de dentro, pero este ruido no me produce asco ni irritabilidad. Ese ruido me molesta porque no puedo filtrarlo y no puedo atender a otras cosas. En esta categoría estaría la tos, la gente que habla con volumen fuerte, la risa (algunas risas estarían en la categoría de asco), el repiqueteo de un bolígrafo en la mesa, el sonido del cubierto al chocar contra los dientes, etc.

Lo que me produce asco son esos sonidos nimios producidos por el cuerpo (de otro). Él me dice que soy una maniática, que exagero y sé que hace esfuerzos por no hacer ruidos, pero yo no lo puedo evitar. Es algo que no depende de mí, es así y no puedo hacer nada para remediarlo. 

Es asco asquerosamente asqueroso y me irrita. Si continúa...¡¡¡mi mente estallará en mil pedazos!!! y me convertiré en el dominio de las mil cabezas y le comeré para siempre y dejará de existir... "Acaba, acaba ya...". "Pero,..¿vas a comer ahora'?"- le pregunto enfadada. Él me mira medio divertido y condescendiente. Yo no puedo hacer otra cosa que aguantar y aguantar. Ahora, me tapo los oídos y me da igual lo que la gente piense de mí. 

Esto no es nuevo. Siempre me dio asco ver a la gente comer. Siendo pequeña, la mujer que nos cuidaba solía comer en la cocina porque no soportaba mi mirada de odio o de asco. No soportaba verla y escucharla comer. Creo que mi mirada de asco era lo suficientemente evidente para que se sintiera ofendida. Yo no decía nada, pero mi mirada era muy locuaz.... ¡¡¡No podía esconder, ni fingir, ni aguantar¡¡¡¡. Lo curioso es que a nadie más parecía molestarle, ni a mi padre, ni a mi hermano. ¿Sólo a mí? Muchos días, la pobre mujer acababa comiendo en la cocina a solas para evitar mi mirada. Me sigue pasando, aunque intento controlar esa mirada de asco porque no solo es el asco hacia el sonido en sí, sino que el asco invade a la persona que lo produce. Es un asco profundamente repugnante.

Y me sigue pasando. Durante las comidas, suelo taparme el oído derecho para evitar escuchar como come la persona que tengo al lado. Es un asco tremendo. A veces, intento concentrarme en la televisión, pero no sirve... yo escucho el deglutir, el chocar de la cuchara en los dientes, el tragar. Los momentos de la comida se convierten en una sinfonía de sonidos asquerosos, en un concierto de melodías nauseabundas. ¡¡¡ No lo soporto¡¡¡, ¡¡no lo soporto!!!

Mi cerebro no ha conseguido controlarlo o asimilarlo o desensibilizarlo. Simplemente, lo aguanto... Eso es: aguanto, aguanto con una sensación de irritabilidad y asco tremendo que no se cómo explicar. No es una molestia, es una sensación de profunda repulsión.

¡¡¡Pero, que asco!!!

Ahora mismo, mientras él está comiendo y bebiendo yo estoy tapándome los oídos con la bata que llevo. También tengo que cerrar los ojos, esperando a que pase el momento, intentando concentrarme en no escuchar, esperando a que pase. Es muy desagradable y es así... TODOS LOS DÍAS. 

Mi cerebro no se ha "desensibilizado". Antes, aguantaba sin más, ahora no me importa que me vea tapándome los oídos...¡¡¡ya no quiero aguantar!!! Taparme los oídos me ayuda a mitigar el asco-irritabilidad. 

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